Uno
de los más grandes problemas a la hora de asistir a la consulta
odontológica lo representa el miedo en ocasiones irracional al
tratamiento odontológico, este miedo es especialmente mayor en aquellas
personas que han tenido experiencias desagradables y hasta traumáticas
cuando niños.
Es casi automático en algunas personas asociar la visita al odontólogo con dolor, incluso los sonidos u olores propios de la consulta odontológica pueden desencadenar angustia y ansiedad en algunos casos incontrolable.
Esta
es una de las razones por las cuales para la mayoría la visita al
odontólogo se realiza sólo en casos de extrema necesidad, cuando los
problemas de dolor, función o estética ya hacen casi obligatorio el
tratamiento.
En
la actualidad existen técnicas y procedimientos que han disminuido
considerablemente las experiencias dolorosas en la consulta, pero desde
luego sigue siendo primordial la visita regular al odontólogo la mejor
forma de vitar estas malas experiencias, ya que los tratamientos
preventivos o correctivos en la etapas iniciales son en su mayoría
completamente indoloros.
En
los casos donde experiencias previas condicionan al paciente a una
respuesta inadecuada a la consulta existen técnicas de adaptación que
permiten disminuir el estrés del tratamiento y por tanto lograr que el
paciente sienta confianza y tranquilidad en la consulta, esto aunado a
buenas técnicas anestésicas garantizan tratamientos indoloros para el
paciente, por esto inculque desde pequeños a sus hijos la importancia de
la visita regular y el saneamiento precoz y de esa forma la visita al
odontólogo no será nunca una experiencia desagradable.
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